Plof day


Hoy, cuando hablamos, tu voz sonaba un poco diferente a otras veces.
Hoy, no te vi con el empuje que acostumbro a verte, y acostumbras a mostrar.
Hoy, te sentí un poco “bajo”, quizás de ánimo, quizás de energía…


La verdad, es extraño verte así, pues generalmente eres tú el que tira del carro de los demás, además del tuyo propio.

Eres tú quien suele animar y mimar a los que te rodean, siempre atento, siempre dispuesto, siempre abierto.

Y esto que te digo, no te lo digo a modo de reproche, sino más bien, a modo de enhorabuena.

Sí, sí, no me he vuelto loco, aunque te lo pueda parecer.

¿Sabes? Soy de los que piensa que todos tenemos derecho a sentirnos “Plof” de vez en cuando. Es más, no sólo tenemos derecho, sino que debería ser una obligación.

Sí señor, ponernos un poco “Plof” de tanto en cuanto. Una vez al mes, dos veces al mes, una vez al año… La frecuencia no es importante. Lo importante es darnos permiso para estar “Plof”.

Así que yo, hoy, te propongo la creación del “Plof day”.

Y la clave del “Plof day” será el permiso… Darnos permiso.

Ya nos cuesta bastante darnos permiso para hacer o sentir cosas agradables, pero, ni te cuento lo que nos cuesta darnos permiso para no “estar a la altura”, para no ser “fuertes”, para sentirnos “débiles”, para “equivocarnos”, para “tropezarnos”, para dar “marcha atrás”…

Pero hoy, puedes darte permiso para sentirte como te dé la gana. Hoy, todo vale. Hoy, puedes llorar, puedes reír, puedes gritar,… Porque hoy, puedes sentirte “Plof” sin temor.

Hoy, eres tú al que le toca recibir las flores y no regalarlas.
Hoy, puedes ser tú el que pida que le mimen.
Hoy, puedes ser tú el que pida que le escuchen.
Hoy, puedes ser tú el que pida que le arropen.
Hoy, puedes darte permiso para pedir…


Curiosa palabra… pedir… ¡Qué poco la practicamos, verdad!

Eso sí, no conviene abusar de estos días, pues como todo, en exceso, se puede volver perjudicial, y de lo que se trata es de que hoy, puedas respirar, oxigenarte, limpiarte, relajarte... Para que mañana te encuentres con energías renovadas y disfrutes de un “Happy day”.

Se trata de usar estos “Plof days”, como días de repostaje, de recarga de pilas, de momentos para uno mismo.

Se trata de dar un pasito atrás, tomar aliento, relajarnos y así poder iniciar de nuevo el paso hacia adelante, o hacia dónde hayamos decidido seguir caminando tras la pausa.

Y otra cosa, no te olvides que en este “Plof day”, al menos yo, estaré contigo, a tu lado, si tu quieres, si tú me das permiso, si tú te das permiso.

Bienvenido a mi “Plof day”, ahora tu “Plof day”, que será el inicio de otro muchos “Happy days”

Sé feliz


Bruno.

www.psicoaching.es



Jueves 7 de Marzo de 2013
Publicado por www.psicoaching.es

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