El dios del Aversis


Hace no muchos días, en un lugar, no sé si apropiado o no para depende qué reflexiones, me encontré con un buen amigo, y mientras hablábamos y recordamos nuestras peripecias, de ya hace unos cuantos años, vino a mi memoria el día que mi amigo me hizo una confesión. El día que me dijo que él era un dios…

Ese día mi amigo, muy serio, me dijo: Bruno, yo soy el dios del Aversis…

Imaginad mi cara… tenía ante mí a un dios… No sé vosotros, pero yo era la primera vez que tenía frente a mí a un dios, y encima un dios con el que había salido a cenar, y con el que compartía muchas horas en la oficina…

Era un dios tan ejemplar, que todas las mañanas madrugaba para venir a trabajar, y obtener un sueldo a fin de mes...

Ahí es nada. Mi amigo, pudiendo haberme contado cualquier otra historia, va y me dice que es un dios… Y no un dios cualquiera, sino el dios de lo que, en mi ignorancia, parecía una nueva religión de la cual no había oído hablar, y cuya existencia desconocía.

Como os iba diciendo, yo en un principio, no conocía esa religión, denominada Aversicismo, si bien, a medida que mi amigo me iba hablado de la misma, fui cayendo en la cuenta que, aunque no la conocía, de algún modo, en una parte profunda de mí, sabía de qué estaba hablando, me sentía muy identificado con lo que me estaba contando…

Pero voy más allá, tras unos minutos, me di cuenta que su religión no era para nada ajena a mí, y cuando terminó de hablar, yo ya me había convencido de que esa religión también la practicaba yo, y por un momento creí que yo también era otro dios del Aversis.

Vamos, si mi amigo podía ser un dios, ¡no iba yo a ser menos!… Y no sólo eso… me di cuenta que muchos conocidos y amigos, aun sin saberlo, practicaban esta religión y también eran dioses del Aversis.

Es más, incluso tú, que me estás leyendo en este momento, y que quizás no sabes de qué religión estoy hablando, sin querer también puede que seas o hayas sido un fiel discípulo del Aversicismo

“A ver si hago esto”, “a ver si hago esto otro”, “a ver si quedamos”, “a ver si dejo de fumar”, “a ver si estudio más”, “a ver si veo más a mis padres”… estas y otras frases parecidas, igual te son familiares, ¿verdad?

Cuántos “a ver sis” se han quedado en intención sin llegar a convertirse en acción…

Cuanta potencialidad se ha quedado en eso, y no se ha llegado a nunca a hacer acto.

A menudo pasamos por la vida llenos de grandes intenciones, de grandes “aversis”, que se quedan en nada, y no pasa nada muchas veces, pero otras puede que sí.

El Aversicismo no es mala religión, como punto de partida. Nos proporciona la intención de hacer, de ponernos en marcha… Lo que es necesario es dar el siguiente paso, y quizás el más importante… ponernos manos a la obra, levantarnos de la silla y empezar a caminar…

Hace unos meses me dije, a ver si escribo algo pronto… hasta hoy no he pasado del aversis al estoyhaciendo…

A veces, ¡cuánto cuesta pasar de la intención a la acción!, ¿verdad?

Hoy me digo, a ver si no tardo tanto en volver a escribir… y sólo de mí depende que se convierta de nuevo en eso, en otro “aversis” que no llegue a nada más, o que se convierta en algo más…

Eso sí, no olvides que para salir del “aversis”, hay que quererlo de verdad…

Y tú, ¿te quedas en el “aversis” o nos inventamos una nueva religión con acción y emoción…?


Sé feliz.


Bruno. Uno de los dioses del Aversis ;-)

www.psicoaching.es



Sábado 16 de Febrero de 2013
Publicado por www.psicoaching.es

1 comentario:

  1. Muchas gracias!!
    voy a dar el salto y dejar el 'aversis' que probablemente sólo me lleve al 'Averno' griego.
    Me lanzo al nuevo mundo y a la acción.

    Me hacía falta un empujón.

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