El timón


A veces, nuestra vida no es lo que deseamos.

A veces, deseamos cosas que no queremos.

A veces, queremos desear lo que queremos, sin saber qué queremos desear…

… Y a veces, fruto de este desear querer, de este no querer desear o de este saber o no saber qué, hemos sentido la necesidad de un cambio.

Y parece, que para realizar un cambio, necesitamos grandes cosas, tomar decisiones traumáticas que nos obliguen a dar un vuelco radical a nuestras vidas, o a realizar acciones que no deseamos, pero que por el deseo de cambiar realizamos…

Y hay quien dice, que haciendo las cosas como siempre las hemos hecho, irremediablemente llegaremos al mismo lugar donde hasta ahora hemos llegado.

Y hay quien dice, que para empezar a cambiar, primero debemos tener la intención de hacerlo.

Y si unimos intención y acción, podríamos decir que quizás, para cambiar algo en nuestra vida:
• Lo primero, es tener la intención, firme y real, de querer hacer algo para cambiarla.
• Y lo siguiente, es ponernos manos a obra, pasar a la acción, pues actuando de un modo distinto, quizá lleguemos a un puerto diferente…

Pero no sé si alguien ha dicho alguna vez que para alcanzar ese cambio, es necesario realizar grandes modificaciones en nuestro rumbo.

Porque, lo que sí he escuchado a algún marinero, es que una leve desviación de un grado en el rumbo de un barco, puede hacer que al final del recorrido, en vez de a un lugar, lleguemos a otro completamente diferente del esperado.

Girar el timón 180 grados puede, aparentemente, hacernos cambiar el sentido de golpe, pero corremos el riesgo de que se rompa, debido a la fuerza de la inercia y velocidad que llevaba la nave… Y si esto ocurre y se quiebra el timón, quizá nos encontremos a la deriva, a merced de las olas, y sin saber a dónde llegaremos…

¿Por qué no girar un solo grado?
¿Por qué no modificar esas pequeñas cosas que nos pueden ayudar a dar ese primer pasito, a girar ese primer grado el timón?

No sé qué opinas, pero no me apetece romper el timón y quedar a la deriva, pero sí ir girando el mismo un grado hacia un lado y dos hacia otro. Poder ir rectificando el rumbo a medida que voy avanzando y siempre disfrutando del paisaje que me voy encontrando…



Sé feliz.


Bruno.
www.psicoaching.es


Jueves 27 de Septiembre de 2012
Publicado por www.psicoaching.es

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