El junco

Hoy sólo quiero que juguemos…

Hoy vamos a jugar,

Y cuando digo jugar, como dice un amigo mago, me refiero a extraer el jugo a esas pequeñas o grandes cosas que nos ofrece la vida…
Y cuando digo jugar, me refiero a sacar todo aquello que queremos querer sacar de donde queramos o nos gustaría hacerlo…
Y cuando digo jugar me refiero a imaginar…
Y cuando digo jugar me refiero a darnos permiso…
Y cuando digo jugar me refiero a estar abiertos…

Jugar a imaginar, a imaginar mientras jugamos…

Juguemos a imaginar que jugamos con un tópico,

Con el tópico del junco…

Sí, quiero que por un momento te imagines que eres un junco

Quiero que por un momento vayas a ese río donde te gustaría poder bañarte un día de verano.
Ese río rodeado de montañas, o árboles, o hierba,… da igual… Eres libre de elegir…
…De elegir aquel río que más te guste…

Y ahora quiero que por un momento te sientas junco.
Quiero que por un momento te veas junco.
Quiero que te imagines ese río en cuya orilla te encuentras.

Y quiero que escuches el murmullo del agua…
Y quiero que sientas como juega contigo…

Ahora, que eres un junco, quiero que notes la suave brisa acariciándote

Siente como te meces flexible al compás del suave aire que está acariciándote…

Siente como estas bailando con el aire al compás de las notas de una música invisible, al compás del aire que, caprichoso, te mece de un lado a otro y te hace tomar curiosas posturas y realizar movimientos imposibles hasta hoy, a velocidades inimaginables…

Pero, como junco que eres, te adaptas, con la flexibilidad que te caracteriza…

Y no sólo adaptas tu ritmo al ritmo de ese maravilloso aire que te mece y te acaricia, sino que mientras juegas con el viento, estás disfrutando de la posibilidad que te brinda el aire al mecerte, de poder ver el mundo desde nuevas perspectivas, desde nuevos ángulos que jamás habrías, ni siquiera podido imaginar, de no ser porque te diste permiso para jugar a ser un junco y a dejarte mecer y acariciar por el viento…

Y te permitiste bailar al ritmo de esa partitura imaginaria de la brisa que te susurra al oído, mientras te mueves, flexible, al compás de esa música… sí… esa que ahora mismo estás escuchando…

… Y flexible, sigues bailando…
… Y flexible, te sigues dando permiso…
… Y flexible, sigues adaptándote con tu flexible adaptabilidad

… Viendo el mundo, tu mundo, desde nuevas perspectivas…
… perspectivas que te están haciendo ser capaz de apreciar la belleza a tu alrededor, belleza que hasta hoy, quizás, no habías sido capaz de apreciar…

Giras flexible hacia arriba y observas las nubes…
… hacia un lado, y ves las verdes orillas, y ves a otros juncos girando y jugando con el viento… gozando y disfrutando mientras te sigues moviendo y miras hacia abajo…
… y ves el agua correr bajo de ti, acariciándote también…

Y mientras notas ese agua fresca de la orilla, te das cuenta cómo te encuentras fuertemente asido al terreno, de forma que por mucho que el agua trate de arrastrarte, por fuerte que fluya la corriente o por fuerte que el sople el viento, tú siempre tendrás claro donde se encuentran tus raíces… y estarás fuertemente fijado en el suelo, tu suelo, teniendo claro quien eres, de dónde vienes, qué es lo que quieres lograr y cuándo hacerlo… teniendo la certeza de que podrías jugar con el viento, y con el agua, y doblarte, y bailar, y girar flexible, para poder extraer el jugo a tu mundo, y flexible, poder ver las cosas desde todas las perspectivas que te brinda la vida…

Porque ser flexible y tener unas fuertes raíces bien asidas en el suelo son perfectamente compatibles…

Porque gracias a esas fuertes raíces, unidas a tu flexibilidad, puedes ser capaz de dejarte mecer por el más fuerte de los huracanes… sabiendo que estarás siempre en tu lugar y podrás, flexible, observar el mundo desde perspectivas imposibles para otros, y que te abrirán nuevas pistas hacia nuevos juegos…

… Juegos a los que podrás jugar cuando tu decidas, porque como junco que eres, bien asido a tus raíces, siempre podrás aprender juegos nuevos que te sigan haciendo disfrutar de la vida,... seguir sacándole el jugo, ...seguir jugando a que eres flexible como un junco…

Flexible como ya eres, aunque quizás, hasta hoy, no te habías dado cuenta…

… flexible, fuerte, divertido, bailarín, juguetón…

Y no olvides que, como el junco, se puede ser flexible y tener unas fuertes raíces...

No lo olvides, ese junco… eres tú…


Sé feliz.

Bruno.
www.psicoaching.es

Domingo 13 de Junio de 2010

Publicado por http://www.psicoaching.es/