Hoy, quería escribirte a ti…
A ti, que sin juzgar, lo aceptas todo de mí
A ti, que en los buenos momentos estás a mi lado.
A ti, que en mis peores momentos siempre estás ahí.
A ti, que nunca me pides nada a cambio.
A ti, que eres capaz de ver lo mejor de mí.
A ti, que me serenas en mis momentos de locura.
A ti, que iluminas como el sol mis días.
A ti, que como una gran luna llena, das luz a mis noches.
A ti, que siempre quisiste llegar.
A ti, que quisiste encontrar.
A ti, que nunca paraste de buscar.
Y quería darte las gracias…
Gracias por aceptar.
Gracias por estar.
Gracias por tu generosidad.
Gracias por ver.
Gracias por tu calma.
Gracias por tu luz.
Gracias por buscar.
Gracias por compartir.
Gracias por su magia.
Gracias por tu humanidad.
Gracias por tu vitalidad.
Y quería decirte que…
Que sin juzgar, lo acepto todo de ti.
Que en los buenos momentos estaré a tu lado.
Que en tus peores pesadillas siempre estaré ahí.
Que nunca te pediré nada a cambio.
Que siempre he visto y veo lo mejor de ti.
Que intentaré serenarte en tus momentos de locura.
Que trataré darte luz en la oscuridad.
Que disfrutaré contigo cuando salga el sol.
Que seguiré buscando.
Y ¿sabes?
Sé que seguiremos jugando juntos, porque hace tiempo que no sólo hay un tú y un yo.
Hace ya tiempo que se generó un “Nosotros” que va más allá del tiempo, el espacio y la distancia.
Un “Nosotros” capaz de hacernos únicos y mejorarnos como unidad.
… Sin mucho más que decir con palabras, pero con toda mi intención y emoción en transmitirte lo que no se puede expresar con texto, sonido o imágenes…
Hoy, quería escribirte a ti…
Sé feliz. Lo mereces…
Bruno.
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